Recapitulando.
“Ciudad Sacrílega” nació de una idea de apenas cuatro líneas anotada en una diminuta libreta escolar con anillas en el verano de 2001. En años posteriores las ideas (y la ira) se iban acumulando mientras encadenaba trabajo tras trabajo de mierda.
No me puse a escribir el primer borrador hasta 2007, durante una larga temporada en la que trabajaba de cerrajero. Leído ahora soy consciente de sus fallos. Aquello era solo un amasijo de ideas vomitadas a lo loco.
A comienzos de este año, al retomar aquella historia, pasó a llamarse “No te serviré”. He partido del borrador primitivo usándolo de punto de partida y lo he ido transformarlo sobre la marcha en algo mucho más sólido, potente y ambiguo.
Por ahora la línea de acción del relato se percibe de manera más clara y natural. Tengo fe en que lector acabe conectando con las situaciones, atmósfera y (lo más importante) emociones de los personajes.
Al final, al igual que "Palos de ciego", la fuerza del relato se reducirá al enfrentamiento de los dos protagonistas. Uno de clase baja y otro de clase media alta. La verdad es que mientras los voy perfilando me gusta pensar que se odian a muerte solo porque se reconocen en el otro.
Ya solo me queda acabar unas 95 páginas de un total de 170 más o menos. Casi ná.
A ver qué sale.
Nos vemos.
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